Cristóbal Briceño

Seis preguntas a Cristóbal Briceño, líder de Ases Falsos

Mientras pasa la pandemia en Limache, el inquieto músico – que además tiene proyectos paralelos como Chaquetas Amarillas y Los mil Jinetes- prepara un nuevo álbum, dice que Violeta Parra es “una obra única” y asegura que Pablo Chill-E “con el lápiz es una bestia”.


– ¿Tomas un poco de la literatura al momento de crear las letras de tus canciones?

-La tomo a manos llenas, para todo en la vida. Leer es al mismo tiempo fuente de diversión y de enseñanza. Y cuando uno lee algo tan bueno, tan revelador, dan ganas de responder con la misma moneda. Como no se me da la prosa trato de pagar mi deuda en muchísimas cuotas de canciones. Pero voy a quedar moroso, es demasiado lo que me han entregado los libros. La literatura sirve para leer la calle, así como la calle sirve para leer la literatura. 

– ¿Crees que las letras de las canciones y la música deben considerarse aparte de la literatura?

-No. Porque una letra buena no vale de nada con una música mala. Así como una letra mediocre puede ganar mucho con una buena música. Entonces la canción es un género mixto, y debe tratarse como tal. Hay que casar las notas con las sílabas de manera tal que el resultado sea más que la simple suma de las partes. Tiene que lograrse algo nuevo para tratar de descubrir un secreto. Porque las palabras son insondables, siempre hay nuevos niveles que alcanzar, nuevos significados para los problemas eternamente iguales, y eso se hace con la combinación alquímica de sílabas, notas, duraciones, acentos y silencios. Es entretenido.

– ¿Crees que la poética al momento de escribir letras se ha separado de los artistas que se escuchan en los últimos años?

-En cuanto a fenómenos comerciales, creo que el trap ha subido un montón el nivel desde, por ejemplo, los 90. Y es lógico, porque viene del rap, y el rap es una de las tradiciones verbales más ricas de los últimos siglos. Acá tenemos a Pablo Chill-e, que con el lápiz es una bestia. Ahora, si te gusta lo que dice o no, cosa tuya. Personalmente, no busco escuchar lo que quiero escuchar. Por el contrario, espero con ansias que algo me incomode y me haga replantearme.

– ¿Muchas de tus canciones siguen líneas narrativas, tienes algún referente literario para crear las letras?

-Como trabajador de la canción en español, me reconozco aprendiz de Charly García, que tan bien acomoda el idioma a sus métricas gringas. Porque sus temas son muy gringos. Luego, por supuesto, Jorge González, que denunció, pero sin nunca victimizarse ni tampoco caer en cuestiones grandilocuentes propias de las causas con complejo de inferioridad. En Chile mi escuela formativa es abundante: Pato Manns, Tito Fernández. Obviamente, Violeta Parra que es tan extraordinariamente buena que ni siquiera sé si se la puede considerar influencia, porque es como si con su muerte haya dejado la tranquera cerrada. Su camino está ahí, para nuestro eterno regocijo, pero está cortado. Es una obra única, aparte, imposible de continuar. Luego regados por América están Chico Buarque, Juan Gabriel, Juan Luis Guerra, Silvio Rodríguez, Rafael Hernández. Mención especial a los españoles, súper clase como Rafael Pérez Botija, Manuel Alejandro, Ana Magdalena y Luis Gómez Escolar.

-Cuando falleció Quino, dijiste que su filosofía la intentabas seguir en todos los aspectos de tu vida. ¿Cómo se aplica eso en tu música?

No dije nada de su filosofía. Y dudo mucho de que él haya creído en una filosofía personal, no parecía esa clase de persona. Dije que ha sido mi mayor influencia. Gracias a mi hija, que está fascinada con su obra, y no precisamente Mafalda, lo sigo disfrutando casi a diario. En cuanto al efecto que ha tenido en mis canciones, no sabría precisarlo, pero sí sé que intento lograr con ellas lo mismo que siento yo al ver un dibujo de Quino: precisión, simpleza, osadía y gracia.

-¿Tienes algún autor favorito ?

-No tengo un único autor favorito, pero si estuviera obligado a apuntar uno, tendría que ser Isaac Bashevis Singer. Lo que me hace gozar ese polaco no tiene nombre. Y el último libro q me encantó, si a alguien le interesa es “Uli, el Enano” de la austríaca Vicky Baum. Se los recomiendo. Trae de todo.


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