Puede ser el formato, el arte, la calidad del objeto y la conexión vibratoria de la aguja viajando por los surcos y esparciendo el sonido, lo cierto es que aquello que se visualizó solo como una moda entre unos pocos fanáticos, se transformó en una tendencia sólida de marcado.
Según el informe de la RIAA, (una asociación internacional de importantes sellos musicales), la venta de vinilos superó a la de los discos compactos por primera vez desde 1986. Esta noticia es positiva para la industria musical, debido a que la pandemia golpeó fuerte, obligando a suspender shows y retrasando grabaciones.
De esta forma, del total de las ventas físicas de música en la primera mitad del año, 62% son vinilos. Esto corresponde a 323 millones de los 376 que la música grabada movió en Estados Unidos.
El informe, que está firmado por la vicepresidenta de RIAA, Kim Attenbury, destaca el crecimiento de las plataformas pagadas de streaming. Ya que con 421 millones de dólares superaron a las ventas digitales, que sumaron 351 millones de dólares, al igual que las ventas físicas.
Los servicios de suscripción y transmisión digital como Spotify, Apple Music y YouTube representaron el 85% de todos los ingresos por música grabada. Solo el 7% provenía de música física, como discos y CD’s.