Trilobites

«Trilobites»: joyas opacas de un talento desaparecido

Un libro de cuentos escrito por un hombre que se quitó la vida cuando recién empezaba a tomar vuelo. Elogiado por Joyce Carol Oates y Kurt Vonnegut, la breve y brillante obra de Breece D’ J Pancake ha sido comparada con el debut literario de Ernest Hemingway.

por Rodrigo Morales y R. Vera


Breece D’J Pancake, dicen, nunca supo lo bueno que era. Su historia, que terminó el día que se pegó un tiro a los 26 años el 8 de abril de 1979, se añade a los mitos de un talento que se desvanece porque es incapaz de imponerse a la depresión que lo habita.

Pancake escribía de noche, costumbre que agarró cuando daba clases de inglés en la academia militar de Fork Union. Según recuerda su amigo y prologador de la edición en español de «Trilobites», John Casey: «(Pancake) … tenía un poderoso sentido para las cosas. Casi todas sus historias se sitúan en la región de Virginia Occidental de donde procedía y se conocía aquellas tierras de punta a cabo. Conocía los trabajos de la gente, desde las herramientas que utilizaban hasta el tipo de relación afectiva que mantenían con ellas. Conocía la geología, la prehistoria y la historia de su territorio, no como un pasatiempo, sino como una parte tan profundamente arraigada de sí mismo que hasta soñaba con esas tierras. Una de las virtudes de su escritura reside en el poderoso engarce entre el mundo físico y el de los afectos».

Este libro reúne una colección de doce relatos que se introducen en una América profunda, retratándola como una comunidad de rasgos esculpidos por la miseria, el aburrimiento y la tristeza. Las personas que habitan en los relatos de Pancake generalmente se ven enfrentados a la imposibilidad de concretar sus sueños, como se ve reflejado en el relato que la da nombre al libro. Es una suerte de semblanza de un adolescente sin padre, que a pie forzado debe lidiar con decisiones importantes mientras la mujer por la que se siente atraído lo ha dejado atrás; ella vislumbra nuevos horizontes que el protagonista de la historia no puede seguir. Atado a su madre y a la granja donde vive, las circunstancias hacen que afloren sentimientos de impotencia, al ver que tal vez él nunca ha estado a la altura de los cambios que necesita materializar para que su vida cobre sentido.

Pancake no muestra compasión por sus personajes, delineando sus vidas en paisajes rurales. Ellos habitan una degradación que se hace palpable en como actúan y entran en dinámicas destructivas, como en “Una habitación para siempre”, en donde su protagonista encarna el pesimismo y la falta de ilusión, con un entorno que se encarga de alimentar esos sentimientos con la presencia de menores de edad que se prostituyen para sobrevivir. La gente y el clima hacen de la vida un viaje en el que la mierda se queda pegada a la piel y a la conciencia. Aquí solo se encuentra algo de alivio a costa de otros individuos tan miserables como el narrador de esta historia.

Los vínculos que establecen los personajes de Pancake son violentos, basados en la desconfianza mutua como se presenta en “Como debe ser” y en “Mi Salvación”. En ellos el autor utiliza la dependencia como combustible para historias en que la fragilidad de las relaciones puede romperse en cualquier minuto, desatando los sentimientos más oscuros que puede albergar un ser humano.

La técnica de Pancake es de una precisión admirable, con diálogos mordaces y perfiles precisos, pero si alguien quiere buscar más de él, se meterá en una búsqueda frustrante. Estos cuentos, publicados en nuestro idioma por la editorial Alpha Decay, son todo lo que resta. Aún así, lo elogios a su breve obra son abrumadores y en esa línea, Kurt Vonnegut le dedicó calificativos que no ha tenido para nadie más: «Palabra de honor: Breece Pancake es simplemente el mejor escritor, el escritor más sincero, que he leído jamás. Sospecho que ser tan bueno debe de ser doloroso. Tú y yo nunca sabremos lo que es eso».

El libro cuesta cerca de 19 mil pesos en Buscalibre.cl