Protomartyr

Protomartyr: «Ultimate success today»

En el disco más accesible de su carrera, los de Detroit vaticinan un futuro oscuro y experimentan con saxofones, voces femeninas y melancolía sin abandonar el brillo inquietante de un post punk fresco y emotivo que los ubica como uno de los grupos más interesantes de la última década.


Alguna vez, Ian McCulloch, el líder de Echo and the Bunnymen, sentenció que para una banda de Liverpool destacar requería un esfuerzo doble: el fantasma de The Beatles, originarios de esa ciudad, era una sombra demasiado larga para las nuevas generaciones de músicos.

Sin el impacto global de la asociación Liverpool-The Beatles, Detroit es un lugar que también ha marcado a fuego la evolución de la música. Allí por ejemplo, nació el sello discográfico Motown, revolucionario en estilos como el funk y el soul. MC5 y, especialmente, The Stooges fueron la génesis del punk. Otros nombres como Grand Funk, Funkadelic y The White Stripes han rendido honores a una tradición siempre singular y propositiva.

Con ocho años de carrera y cinco álbumes, Protomartyr continúa la posta artística sobresaliente de Detroit. Aunque no miran precisamente a las glorias pasadas de su ciudad, sus influencias cruzan el Atlántico para bosquejar un post punk que percibe los ecos sombríos de Mark E. Smith, el líder de The Fall, y el urgente sentido rítmico de Magazine.

Su quinto álbum, “Ultimate Success Today” –grabado a mediados del año pasado-, evidencia que la banda está lejos de estancarse. Sus consignas musicales contienen ese brillo inquietante de sus excelentes obras anteriores, pero le añaden aspectos diferentes. Para Protomartyr la música es un constante reto y en estas canciones se manifiesta en la inclusión de un saxofón en “Processed by the boys”, que coquetea con el sonido jazz rock de The Comet is Coming, pero licuado entre distorsiones de guitarra y bajos profundos que brindan, quizás, una de las canciones más accesibles de su repertorio.

«Ultimate success today» es el quinto LP de estudio de la banda.

Joe Casey, el vocalista y letrista –y que supera casi en el doble en edad a sus compañeros-, vaticina un mundo oscuro. “Cuando llegue el final/¿nos va a correr como un animal salvaje?/¿una enfermedad extranjera que apareció en la playa?”. Por momentos, su clarividencia sorprende por las certezas del mundo contemporáneo. Hay menciones a poblaciones humanas que dependen de “respiradores acumulados” para seguir con vida, habla de protestas en las calles. Es una sensación y estado de ánimo terrorífico, mientras la música avanza ansiosa, pero esperanzadora. 

El (auto)exigente método de trabajo –giras, estudios, giras por diez años seguidos- ha sofisticado la música de un cuarteto que suena como una enciclopedia de post punk y rock, que sobrevuela a sus referentes, pero que tiene algo difícil de encontrar hoy en día: estilo propio. En “Ultimate Success Today”, hay caminos musicales que no se conocían como la melancolía en “Bridge & crows” y “Worm in heaven”, donde Casey canta más profundo y recita con una impostación que remite a Jarvis Cocker, respectivamente. “The Aphorist” tiene la elegancia emotiva de las baladas de Madness con un dinámico contrapunto rockero y “June 21” con una voz femenina como introducción –en otra variante iniciada con Kelley Deal en el EP “Consolation” (2018)- pasa de un pop accesible a unos riffs que dan cuenta que la fiereza interpretativa está patentada. Estamos frente a una obra en que Protomartyn busca alejarse de sus influencias más reconocibles porque apuestan por el premio mayor: la masividad. Van por buen camino, abriéndose paso entre letras que hablan del catastrófico momento actual con música que experimenta y logra nuevos –y buenos- resultados, pero sin perder la esencia en un disco que, con los años, se transformará en la banda sonora de este extraño 2020.