Cuando la música se vuelve violenta

Mientras en Chile el confinamiento ha aumentado la violencia intrafamiliar, varios artistas con carreras exitosas han visto pasar sus nombres a las páginas de crónica roja por ensañamientos conductuales que han terminado en golpizas, abusos sexuales y asesinatos. Acá recordamos algunos casos emblemáticos.

por Felipe Rodríguez //


Ike Turner

Ike Turner: Comparado con James Brown y Little Richard, Turner creció en un ambiente de violencia. Aseguraba que en su infancia, en Misisipi, quedó marcado cuando vio a un blanco matar a 26 negros. A mediados de los 60, y casado con Tina Turner, puso un circuito de televisión cerrada en su casa para observarla mientras él no estaba. Cocainómano y violento, golpeaba a su mujer y a su estudio llegaban permanentemente dealers. Cuando estaba embarazada, Tina se enteró que otra mujer, en esos mismos días, también lo estaba. El triángulo amoroso fue nefasto: en una pelea, la amante recibió un balazo supuestamente de Ike. Estuvo en la cárcel por tráfico de drogas y murió de sobredosis de cocaína en su casa de California en 2007. Tenía 76 años.


Bertrand Cantat

Bertrand Cantat: Hasta el 27 de julio de 2003, Bertrand Cantat era una de las voces más carismáticas y reconocidas del rock francés con su grupo Noir Désir. Ese día, en un hotel en Vilna, la capital lituana, el músico tuvo una pelea con su pareja, Marie Trintignant, hija del célebre actor Jean Louis Trintignant -protagonista de clásicos como “El Conformista” (1970) y “Amor” (2012)-. La golpiza fue tan brutal que, a los pocos días, la mujer falleció víctima de los edemas en su cabeza. Cantat pasó cinco años en cárceles de Lituania y Francia, pero los problemas continuaron. En 2010, su nueva pareja y madre de sus dos hijos, Kriztina Rády, una gestora cultural húngara, se suicidó. A las semanas, los padres de la mujer afirmaron que su hija también sufrió amedrentamientos del músico. Hace dos años, Cantat publicó su primer álbum en solitario, pero las presiones de grupos feministas lo hicieron desistir de hacer shows en vivo. “Yo pagué por mis errores”, dijo. Daba lo mismo: hasta para sus seguidores era un paria.


Gary Glitter

Gary Glitter: Su hit “Rock and roll” (1972) fue un éxito en el Reino Unido y lo transformó en una de las estrellas del glam rock. Pero en 1997 todo se vino abajo: por casualidad, un técnico computacional descubrió en su ordenador 4000 imágenes de pornografía infantil. Estuvo cuatro meses preso y, al salir en libertad, se embarcó en un viaje por el mundo donde siguió con su obsesión por los niños. Fue reconocido por turistas ingleses en Vietnam y arrestado en ese país por acusaciones de seis mujeres, una de ellas de 11 años. Deportado a Inglaterra, acumuló más denuncias -entre ellas, una niña de 14 años- y desde 2015 cumple una condena por 16 años.


Ryan Adams

Ryan Adams: Hace poco más de un año, el solista estadounidense fue acusado por varias mujeres de ofrecerles ayuda en sus carreras musicales a cambio de sexo. El caso más llamativo fue el de una mujer que conoció a Adams cuando tenía 14 años y contó que -aunque el músico se preocupaba de que era menor- “tuvieron sexo por teléfono y que Adams se desnudó cuando se contactaron por video en Skype”, según publicó The New York Times. El músico aseguró que nunca abusó de una niña, pero su carrera está en declive. Un nuevo álbum ya no será publicado y su carrera artística quedó en paréntesis.


Cristián Aldana

Cristian Aldana: En 2011, el líder de la banda trasandina El Otro Yo, fue acusado de violar, maltratar, golpear y abusar de tres menores, todas ellas entre 13 y 14 años. El modus operandi era similar: el músico buscaba en sus shows a jóvenes de fragilidad emocional, con problemas familiares y mínima autoestima y, posteriormente, las sometía a toda clase de abusos sexuales y violencia de género. A raíz de la investigación, más de una decena de mujeres contaron que fueron abusadas en su adolescencia por el artista que cumple una pena de cárcel de 22 años.

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